“El hombre siempre ha luchado por conseguir su mejor amo”.
El político es una persona que se viene preparando para
lograr tener un cargo público, un cargo que es pagado por el soberano. El
político se debe al ciudadano quien lo
ha elegido por medio de diferentes formas de elección. El político es un servidor público el cual
debe respetar lo que le demanda la constitución.
El ciudadano se le olvida que debe auditar a su empleado,
quien es contratado para administrar los recursos que ha recolectado el fisco,
por medio del pago de los servicios
públicos y por la recaudación de impuestos.
El político al llegar al poder, por alguna razón se
convierte en un intocable, en una persona donde el ego se le infla a su máxima expresión, a la mayoría la
soberbia se le convierte en su forma de gobernar.
Los políticos se transforman en personajes que se creen
intocables y no se acuerdan que la ley que supervisa a los ciudadanos también
los debe supervisar a ellos. La mayoría de los políticos por el poder otorgado
por medio de voto del ciudadano, se creen dueños del lugar en donde fue
contratado.
A los políticos la adulación de sus electores, el fanatismo
de ellos hacía su lider y la defensa de su ideología, es lo que convierte al
empleado en tirano, en un ser lleno de codicia y vanidad.
El hecho que un político haya sido elegido por la “mayoría”
no le da derecho a violar el contrato que firmo al momento de ser contratado,
estamos hablando de la constitución y las normas que debe respetar dependiendo
del cargo al cual fue contratado, bien sea concejal, diputado, senador, alcalde,
gobernador o presidente.
¿Qué hacer con los políticos? Todo empleado debe cumplir con
las tareas y compromisos por las que fue contratado y, es obligación del
empleador de denunciar los actos de corrupción o el mal comportamiento que
tenga cualquier empleado público. Los políticos no son seres intocables y mucho
menos dioses.
¿Qué hacer con los políticos? El poder que tiene el soberano hacia su
empleador debe ser respetado por las leyes que los protege como empleador. Los
políticos no pueden pasar por encima de lo que manda la constitución ya que
ella es el contrato que firmó al momento de aceptar el cargo al cual fue
elegido.
Todo elector , debería leer el libro Leviatán del filosofo
ingles Thomas Hobbes... Obra sobre la naturaleza humana y la organización de la
sociedad, donde Hobbes establece su doctrina de derecho moderno como la base de
los gobiernos legítimos, además de justificar el absolutismo y la necesidad de
un contrato social. En sus páginas encontramos frases como estas . “Los favores
obligan, y la obligación es una esclavitud”, “
La pusilanimidad dispone a los hombres a la irresolución y,
como consecuencia, a perder las ocasiones y oportunidades más adecuadas para
actuar”,” La competencia por alcanzar riquezas, honores, mando o cualquier otro
poder lleva al antagonismo, a la enemistad y a la guerra. Porque el modo como
un competidor consigue sus deseos es matando, sometiendo, suplantando o rechazando
a quien compite con él”.
Los electores antes de elegir a quién va a contratar para
ser gobernados, deberían ver con lupa su hoja de vida, su pasado judicial, su estado
psicológico, su estado financiero y su deseo para gobernar. Porque errores
hemos vistos en todo el mundo con los empleados públicos “presidentes”
Será qué tenemos que cambiar la pregunta y, preguntar más
bien ¿Qué hacer con los electores? Porque vemos electores llenos de
resentimiento social, oportunistas, envidiosos y adoctrinados.
“Elegir no puede ser un acto de obediencia, sino de
razonamiento”.
Luís Fernando Córdoba Reyes