Evo Morales logró, de nuevo, pasar por encima la
constitución de Bolivia para presentarse, una vez más, como candidato a la
presidencia.
El New York Times reporta que Evo Morales manipula los
derechos humanos para aferrarse a la presidencia
Casi doce años después de haber asumido el
cargo de presidente de Bolivia, Evo Morales parece estar decidido a aferrarse
al poder.
En 2016, convocó un referendo para eliminar una incómoda
disposición de la Constitución boliviana que autoriza únicamente una reelección
presidencial. Ello le habría permitido buscar un cuarto mandato y postularse de
forma indefinida. Como sus planes fracasaron cuando la reforma fue rechazada
por el 51 por ciento de los ciudadanos, Morales tuvo que idear una nueva
fórmula: en septiembre, sus partidarios en la Asamblea Legislativa presentaron
una demanda ante el Tribunal Constitucional para pedirle que elimine el molesto
límite a la reelección consagrado en la Constitución de Bolivia. Ya en 2013
Morales había acudido al mismo tribunal para eludir el límite a las
reelecciones y buscar un nuevo mandato. En esa ocasión, el tribunal
generosamente concluyó que el primer mandato de Morales (2006-2010) no contaba,
porque se dio antes de que la Constitución de 2009 entrara en vigor y autorizó
la reelección.
Los secretos de Costa Rica detrás de un decorado de lujo
En su nueva maniobra, los partidarios de Morales alegan que
el límite a la reelección discrimina al actual presidente y viola su derecho
humano a participar en política. Para ello, citan una disposición de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos que establece que los derechos
políticos pueden limitarse “exclusivamente” según una lista acotada de
hipótesis, entre las que no figuran los límites a las reelecciones.
Esta interpretación es francamente un disparate. La
disposición de la convención fue concebida para impedir que gobiernos
autoritarios se aferren al poder proscribiendo caprichosamente a candidatos
opositores y no para bloquear los límites constitucionales a las reelecciones
que precisamente buscan evitar el surgimiento de caudillos
Es prácticamente seguro que las actuales instancias
judiciales de Bolivia no lograrán frenar la operación política de Morales para
mantenerse en su cargo. Y, salvo que pierda las elecciones, Morales
probablemente gobernará, al menos, hasta el 2026, sumando veinte años en la
presidencia. Pero los gobiernos democráticos de la región deben reprochar su
maniobra enérgicamente, al menos para restarle legitimidad a su futura
presidencia y dejar en claro que no convalidarán las trampas de los políticos
que quieran aferrarse al poder.
[fuente]
Ancora una volta, Evo Morales, è riuscito a calpestare la
Costituzione del paese e, proprio come il suo omologo Maduro, se ne infischia del volere degli elettori e si presenta per la
quarta volta candidato alla presidenza del paese, malgrado il Referendum del 2016
attraverso il quale il popolo boliviano aveva detto di NO.
Il New Times sostiene che Evo Morales manipola i Diritti
Umani per mantenere la poltrona di Presidente. Nel 2016, appunto, convocó un
Referendum per eliminare quella scomoda disposizione della Costituzione
boliviana che permette soltanto una volta essere rieletto. Lui che aspirava
alla quarta rielezione per restare poi a tempo indeterminato (vedi Chávez). Non
aveva fatto i conti con un rifiuto del 51% degli elettori, ha dovuto quindi
inventarsene un’altra, la sua gang al Parlamento hanno presentato una denuncia
affinché si elimini questo limite nella rielezione. In conclusione il Tribunale
Costituzionale ha accettato questo cambiamento, ovviamente..si parla di
dittatura e tutto può accadere. Hanno il coraggio di dire che il limite imposto
dalla Costituzione viola i diritti umani del dittatore, discriminando la sua
possibilità di continuare al potere. Citano la Convenzione Americana dei
Diritti Umani.
Un’interpretazione pazzesca. La disposizione a cui la gang
Morales fa riferimento fu concepita per impedire che governi autoritari si
mantenessero al potere proscrivendo a proprio piacimento i candidati oppositori e
non, come preferiscono interpretare adesso, per bloccare i limiti costituzionali alle molteplici rielezioni.
Sicuramente la Bolivia democratica non riuscirà a frenare
questo manovra di Evo per mantenersi al potere. A meno che non perda le
elezioni, questo dittatore governerà sino al 2026, saranno quindi 20 anni alla
presidenza. Anche in questo caso, come
in Venezuela che è sotto la dittatura di un presidente illegittimo, i governi
degli altri paesi, dovrebbero condannare questa manovra, almeno per negare la
legittimità della sua futura presidenza e far presente che non convalideranno
gli imbrogli politici che vogliono avvinghiarsi al potere.
@cosmodelafuente
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