La situación desesperante dentro de los hospitales nacionales.
COVID-19 : la vida de un político es más valiosa que la de
médicos, enfermeras y pacientes. En Venezuela la situación viene siendo de una
película de terror. La contundente
denuncia de un joven médico venezolano.
(En italiano a pié de página)
Desde el brote inicial de la epidemia SARS-2/COVID19,
ocurrido en la ciudad de Wuhan, China, es mucho lo que se ha dicho, escrito e
investigado en este corto tiempo. Cosas que van desde la conspiración más
paranoica hasta los designios divinos, pasándose por las injerencias de los
gobiernos mundiales hasta incluso, los extraterrestres han jugado parte en
“inocularnos el virus”; lo que sí es cierto, es que se trata de un síndrome
viral ocasionado por un virus ARNs-S (forma de corona radiada al microscopio)
cuyos presuntos transmisores fueron los murciélagos de la ciudad de Wuhan,
según las fuentes primarias reportadas por los medios locales a principios de
Noviembre de 2019, esta enfermedad afecta principalmente las vías respiratorias,
que en su forma más leve puede simular una gripe común, sin embargo en los
casos más serios, el virus irá generando de forma rápida un proceso
inflamatorio pulmonar muy parecido a una neumonía, que no solo afectaría los pulmones sino
también el sistema hematopoyético, gastrointestinal, incluyendo hígado, incluso
piel y recientemente sistema nervioso central, según los últimos estudios
clínicos, ocasionando una respuesta inflamatoria sistemática severa con la
liberación de sustancias que comprometen la función de tales órganos, ocurre la
falla de estos y acontece en algunos casos más propensos (pacientes de riesgo)
la muerte entre 5-10 días tras la infección.
Esta enfermedad es una verdadera pandemia como lo decretó en
su estado de emergencia mundial la OMS/WHO en fecha 03 de marzo. Pero no
solamente ha tenido sus repercusiones sanitarias sobre la población mundial,
sino también ha impactado el panorama socio-político global. Las Grandes
potencias se ven hundidas en millonarias deudas para atender las demandas de
salud y necesidades básicas de los ciudadanos, medidas que van desde la entrega
puerta a puerta de medicamentos hasta subsidios mensuales para mitigar el
desempleo y parálisis del trabajo regular. Particularmente en Venezuela, la
situación viene siendo de una película de terror, inspirada al mejor estilo
medieval, cual si fuese una peste bubónica.
Podemos empezar con un análisis de los datos objetivos que se
observan dentro del sistema sanitario, el cual viene en una moribunda
decadencia desde hace 20 años, pues no se tiene claro que la eficacia de un
sistema de salud no se mide por el número de hospitales construidos o el de
pacientes atendidos, sino por la calidad de su atención y la capacidad de
resolución de los casos complejos y vulnerables (pacientes embarazadas,
oncológicos, portadores de HIV, patologías crónicas, terminales, etc.) y la
calidad de vida que se le debe brindar a todas estas personas en cualquier
nivel de atención; limitarnos a creer que solo los hospitales conforman la red
de salud es
un error, puesto que si solo confiamos a la “estructura” la
atención de los pacientes entonces tendríamos que ponerle “bata” al Hospital.
La realidad , por decirlo suave, es bastante penosa, desde
mobiliario inservible y escaso hasta los directivos de los dos hospitales más
conocidos de Barquisimeto, quienes esconden a la población larense la cifras
reales de los infectados, personas que van a recibir atención médica con signos
de posible infección por COVID-19 se realiza en algunos casos pruebas fantasmas
(ni el mismo personal médico de guardia sabe quién los realiza) cuyo resultado
dudoso hasta el cielo, ya que algunos Kits rápidos no sobrepasan el 50% de
sensibilidad (capacidad de la prueba para detectar un sujeto infectado)
entonces queda ese otro 50% “en el aire”, y por tanto un probable infectado en
la calle transmitiendo la enfermedad, se debe también destacar que no se conoce
públicamente detalles de los Kits Rápidos, todo un misterio les envuelve y ni
mencionar si están certificados debidamente por alguna organización sanitaria
internacional, incluso hay algunos que se atreven a dar fe que son chinos, el
diablo dándote alas. Algo bastante inusual es la inoperancia del departamento
de epidemiología de la región por no hablar a nivel nacional, aquí en Lara, son
los directores de Hospitales, muchos de ellos con formación médica dudosa, se
dan la tarea de informar la positividad o no del Test Rápido de anticuerpos, y
en Caracas es un psiquiatra con cuestionable capacidad quien explica con curvas
y demás gráficas los embates de la pandemia, nos preguntamos ¿Qué pasó con los
expertos del IVIC, Epidemiología Nacional, Instituto de Higiene Rafael Rangel,
y todos los demás bastiones garantes de la seguridad y la higiene de la
población venezolana? ¿acaso no existen ya tales instituciones? o ¿son víctimas
de la censura?
Otra de las brutales
artimañas contra el sector salud, como fue visto por millones de compatriotas,
recientemente en una emisión televisiva, es que claramente la vida de un
político es más valiosa que la de médicos, enfermeras y pacientes, dado que el
Protector de Mérida (un alcalde paralelo impuesto por el gobierno nacional y no
por elección popular) en su visita al principal Hospital de los Andes
venezolanos se vistió de gala con un
traje de protección Biológica (EPS) y un respirador con máscara facial completa
marca 3M modelo 6800, que le daba un aire de ser parte de una película de
ciencia ficción, mientras que el Médico Jefe del área de terapia intensiva
donde atenderían a los casos COVID-19 llevaba un simple mono de tela, guantes,
tapabocas y gorro desechables, nada de protección adecuada (por cierto por
difundir en redes sociales este hecho fue detenido de forma arbitraria por
organismos de seguridad nacional, un médico de Carora-Lara) entonces nos
enfrentamos a monstruos desnudos y hambrientos como se refirió Bolívar a los
llaneros en su campaña admirable, en nuestra lucha por la salud, nos quedamos
cortos todo el personal sanitario.
Vale la pena mencionar además, la situación desesperante
dentro de los hospitales nacionales, el personal ya antes de la pandemia era
escaso, se han realizado planes de contingencia y los sueldos siguen siendo
igual de miserables en una situación de peligro por 6.39 U.S.A.$ al mes (si nos regimos por los
estándares de la ONU somos muy pobres) entre tanto los ciudadanos de a pie, con
su vida paralizada en una cuarentena monstruosa que mas que una medida de
protección parecieran estar presos, la familias han gastado sus ahorros en
comida, las personas no producen ingresos, se ha reducido el poder adquisitivo
y el precio del dólar descontrola la inflación, desde hace rato Venezuela tiene
como uno de sus determinantes inflacionarios el precio de un dólar americano
obtenido en el mercado negro, debido a las medidas económicas anunciadas por el
finado presidente Chávez en 2006, donde restringía el acceso a dólares por los
ciudadanos particulares, abriendo todo un negocio para la delincuencia
organizada, el narcotráfico, lavado de dinero, enajenación inapropiada de
bienes privados y contrabando de armamento, ese es el Estado que nos gobierna,
uno que hoy día es solicitado por el departamento de justicia de EEUU por
crímenes contra la humanidad y delincuencia organizada, el mismo Estado, cuyos
protagonistas tienen etiqueta con precios en la frente por su captura.
Siguiendo el punto
de la cuarentena ya han transcurrido casi dos meses de encierro, donde no se
han garantizado la estabilidad de los servicios básicos, las fallas constantes
en el suministro eléctrico doméstico se sufren hace mas de un año y estar en
casa las ha intensificado de 4,6,12, hasta 48 horas permanecen algunos sectores
y/o Regiones enteras sin electricidad, la distribución del agua potable es
precaria, meses sin esta han sufrido muchos poblados, la comida escasea y los
altos precios que cambian en cuestión de horas ha hecho susceptible a la
población a contraer enfermedades e infección por COVID-19 a causa de la
desnutrición, mientras otros países han abastecido de alimentos, medicina
incluso subsidios a los ciudadanos en casa durante este duro período.
Como último punto mencionaré el problema de la gasolina,
pasamos a ser el segundo gran país con mayor exportación petrolera y el primer
refinador de combustible en los años noventa a ser una sombra de la
desmantelada industria petrolera, el régimen de Chávez y ahora Nicolás Maduro,
nos ha humillado con la compra de
gasolina y Diesel a otras potencias, existiendo 7 refinerías de gran
envergadura en nuestro país, ninguna operativa para tales fines, por tanto en
esta cuarentena los productores han perdido millones de dólares y toneladas de
productos perecederos por su incapacidad de transportarlos vía terrestre,
sumándole a esto la trágica situación del desabastecimiento y ahora la falta de
“gasolina aumenta el dólar”, como consecuencia los precios se han quintuplicado
y se doblan en instantes, “usted va a comprar algo y no parpadee porque
aumenta” decía una señora en una cola para adquirir huevos y lácteos, el sueldo
mínimo actual de empleados es de 4 USA $, y un cartón de huevos por ejemplo
cuesta 3-4 USA $, imposible sostenerse así, un Kg de carne beneficiada cuesta 3
USA $ y hasta más caro, depende donde lo compre.
Ante la inamovilidad del transporte muchos empleados han sido
despedidos, sobre todo aquellos que dependen del sector transportista, muchas
personas no llegan a sus trabajos y el régimen lo sabe, y no solo eso, lo
aplaude, porque es muy claro que en cada argumento que se ha presentado no hay
espacio para pensar que el gobierno nacional está haciendo mal las cosas por
omisión, no, las hace mal con discreción y deliberadamente, no hay una pizca de
torpeza o ignorancia en la actuación de la Guardia Nacional, quienes ahora han
creado el “mercado de la gasolina”, pasamos de ser el país mayor productor de
gasolina y la más barata, al que no tiene y la más cara, pero usted búsquese
uno de esos señores con cara de delincuente vestidos de verde olivo con mas de
tres rayas en el hombro y le llenaran el tanque de su vehículo por 2-3 USA $ el
litro, un éxito total, que en toda crisis humana siempre hay algunos que
lucran, esperaríamos que fueran los delincuentes comunes, marginados de la ley,
pero no aquí son los cuerpos de seguridad nacional quienes extorsionan,
amedrentan, hacen juicios exprés y apresan a quien se queja o denuncia los
abusos de estos mismos, entonces estamos ante la peor crisis que hemos
soportado, enfrentando con las manos atadas la pandemia más violenta que azota
la humanidad, no por el número de casos 3.173.036 o fallecidos 225.927 y 329 en
nuestro país (cifras subestimadas) reporta la plataforma de la Universidad de
HARVARD para el 29/04/2020, dado que no es posible abrir el portal WEB de
WHO/OMS, sino por que infecta la economía, las riquezas de la nación y los
corazones de las personas, dejando miedo, ignorancia y caos, por ello no es de
extrañarse que la sombra de un difunto y alegre Fidel Castro se asome tras el
hombro de Maduro riéndose, mientras Venezuela llora y sufre estas calamidades
ebullendo dentro de la olla un caldo de horror con la receta cubana, han
ganado, no por la fuerza ni la persistencia, sino gracias a la falta de hombres
de bien como dijo Churchill.
Por M.A. médico venezolano
Reporte Familia Futura
@cosmodelafuente
[traducción al italiano)
Dall’inizio dell'epidemia SARS-2 / COVID19 nella città di
Wuhan, in Cina, è stato detto molto, scritto e indagato. Cose che vanno dalla
cospirazione più paranoica ai disegni divini, passando per l'interferenza dei
governi mondiali, c’è persino che gli alieni
abbiano avuto un ruolo nel "contagio del virus"; la verità è che si
tratta di una sindrome virale causata da un virus S-RNA (una forma di corona
irradiata al microscopio) i cui sospetti trasmettitori erano pipistrelli della
città di Wuhan, secondo fonti primarie riportate dai media locali. All'inizio
di novembre 2019, questa malattia colpisce principalmente le vie respiratorie,
che nella sua forma più lieve può simulare un'influenza comune, tuttavia nei
casi più gravi il virus genera rapidamente un processo infiammatorio polmonare
molto simile a una polmonite, che
interessa non solo i polmoni ma anche il sistema ematopoietico,
gastrointestinale, compreso il fegato, compresa la pelle e anche il sistema
nervoso centrale, secondo gli ultimi studi clinici, causando una grave risposta
infiammatoria sistematica con il rilascio di sostanze che compromettono la
funzione di tale organi; si verifica insufficienza degli organi e in alcuni
casi , di paziente più a ricshio, la morte dopo 5-6 giorni dall’infezione.
Questa malattia è una vera pandemia come decretato nel suo
stato di emergenza mondiale dall'OMS / OMS il 3 marzo 2020 . Ma non ha avuto
solo ripercussioni sulla salute della popolazione mondiale, ha anche influenzato il panorama sociopolitico
globale. Le Grandi Potenze sono immerse in debiti milionari per soddisfare le
esigenze sanitarie e le esigenze di base dei cittadini, misure che vanno dalla
consegna porta a porta dei farmaci ai sussidi mensili per mitigare la
disoccupazione e la paralisi del lavoro regolare. Soprattutto in Venezuela, la
situazione è stata un film horror, ispirato al miglior stile medievale, come una
piaga bubbonica.
Possiamo iniziare con un'analisi dei dati oggettivi osservati
all'interno del sistema sanitario, che è moribondo da 20 anni, poiché l'efficacia
di un sistema sanitario non si misura dal numero di ospedali costruiti o quello
dei pazienti curati, ma per la qualità delle loro cure e la capacità di
risolvere casi complessi e vulnerabili (pazienti in gravidanza, malati di
cancro, portatori di HIV, cronici, malattie terminali, ecc.) e la qualità della
vita che devi fornire a queste persone, a qualsiasi livello di assistenza;
limitandoci a credere che solo gli ospedali costituiscano la rete sanitaria è un errore, poiché se ci affidassimo solo alla
"struttura", dovremmo mettere
il camice all’edificio e non ai medici e agli operatori sanitari.
La realtà, per dirla in parole povere, è angosciante, dalle
inutili e scarse attrezzature, ai direttori degli ospedali, come ad esempio i
due più famosi di Barquisimeto, dove si nasconde il numero reale dei contagi. Persone che dovrebbero ricevere cure mediche per
chiari segni di possibili infezioni da COVID-19, pazienti ai quali vengono
eseguiti test fantasma (nemmeno il personale medico in servizio sa chi li sta
eseguendo), il cui risultato è dubbioso, poiché alcuni kit rapidi non superano
il 50% di sensibilità (capacità del test per rilevare un soggetto infetto), l'altro
50% rimane "nell'aria", e quindi probabilmente un infetto che circola
in strada, il quale trasmette la malattia; va anche sottolineato che i dettagli dei kit
rapidi non sono noti pubblicamente, restano un mistero. Molti sospettano che
siano kit cinesi…”il diavolo ti dá le ali”.
È evidente l'inefficacia del dipartimento di epidemiologia
della Regione, per non parlare del disastro a livello nazionale. Qui nello Stato di Lara, i direttori fanno il
bello e il cattivo tempo, molti di loro dalla
dubbia formazione medica, sono loro che hanno il compito di riportare la positività o
meno dei test di controllo. Da Caracas uno psichiatra , di discutile
preparazione scolastica, spiega con
curve e grafici il percorso della pandemia. Mi domando cosa sia accaduto agli esperti dell'IVIC (Instituto Venezolano de Investigaciones
Científicas), all'epidemiologia nazionale, all'Istituto di igiene Rafael Rángel
e a tutti gli altri autorevoli riferimenti che in passato garantito la
sicurezza e l'igiene della popolazione venezuelana. Non esistono più o sono
vittime della censura?
Un altro smacco al settore sanitario, è stato evidenziato in
un programma televisivo, ha evidenziato che la vita di un politico è più
preziosa di quella dei medici, infermieri e pazienti, lo si è capito a seguito
di un evento in cui è stato protagonista
il “capo” di Mérida, (un sindaco parallelo imposto dal regime e non eletto), durante una sua visita al più importante
ospedale delle Ande venezuelane, indossava una tuta di protezione biologica (EPS)
e un respiratore con maschera facciale, marca 3M modello 6800, sembrava l’eroe
protagonista di un film di fantascienza,
mentre il medico primario dell'area di terapia intensiva, in cui avrebbero
assistito ai casi COVID-19, indossava
una semplice tuta di stoffa, guanti, maschere e cappello usa e getta, nessuna protezione
adeguata (a proposito, dopo aver denunciato questo sui social network è stato detenuto
arbitrariamente da organismi di sicurezza nazionale - del regime- un medico di Carora-Lara), siamo pertanto
costretti ad affrontare i mostri in condizioni pietose, nudi e affamati.
Non meno importante è la situazione disperata all'interno
degli ospedali nazionali, il personale prima della pandemia già scarseggiava,
sono stati elaborati piani di emergenza e gli stipendi rimangono altrettanto
miserabili in una situazione di estremo pericolo, per un salario di 6,39 US $ (se osserviamo gli
standard delle Nazioni Unite il costo della vita in Venezuela, siamo molto
poveri) nel frattempo i comuni cittadini, con le loro vite paralizzate da una
mostruosa quarantena, sono imprigionati senza acqua, né cibo. Le famiglie hanno
speso tutti i loro risparmi in cibo, le persone non producono reddito, il
potere d'acquisto è stato ridotto e il prezzo del dollaro ha messo fuori
controllo l'inflazione, per lungo tempo. Il Venezuela ha come riferimento inflazionistico
il prezzo del dollaro USA sul mercato nero, a causa delle misure economiche
annunciate dal defunto Hugo Chávez nel 2006, che limitò l'accesso ai dollari da
parte dei cittadini privati, aprendo un'intera attività che altro non era – ed è
- criminalità organizzata, traffico di
stupefacenti, riciclaggio di denaro, espropriazione della proprietà privata e
traffico di armi; ovvero uno stato
mafioso ci governa, quello che oggi è
richiesto dal Dipartimento di Giustizia americano per crimini contro l'umanità
e criminalità organizzata, lo stesso Stato, i cui protagonisti hanno una taglia
sulla testa per la loro cattura.
Dall’inizio della quarantena, sono già trascorsi quasi due
mesi di confinamento, dove non è stata garantita la stabilità dei servizi di
base, i continui guasti nella fornitura di energia elettrica domestica sono
opprimenti e il fatto di essere a casa li ha intensificati per cui in alcuni settori o intere regioni, vi sono
black-out fino a 48 ore. L’erogazione di
potabile è precaria, mesi senza che molte città abbiano sofferto, il cibo è
scarso e gli alti prezzi che cambiano nel giro di poche ore ha reso la
popolazione suscettibile a contrarre malattie e infezione da COVID-19,
peggiorata dalla denutrizione. Tutto avviene malgrado altri Paesi abbiano donato
forniture di cibo, medicine e sussidi
vari per i cittadini ma che, invece, non vengono assistiti in quest’emergenza.
Come ultimo punto vorrei parlare del problema della benzina. Eravamo
il secondo Paese con le maggiori esportazioni di petrolio e il primo per la
raffinazione di carburante negli anni Novanta, oggi siamo l'ombra di quello che
fummo, un’industria petrolifera
smantellata, dal regime di Chávez e ora dalla dittatura di Nicolás Maduro. Viviamo
come un’ulteriore umiliazione il fatto di acquistare benzina e gasolio da altre potenze
petrolifere; nel nostro Paese ci sono 7
raffinerie di grande portata, ma nessuna funzionante e per via della quarantena
i produttori hanno perso milioni di dollari e tonnellate di prodotti deperibili,
anche a causa della loro incapacità di trasportarli via terra. Se a ciò aggiungiamo la carestia la
"benzina aumenta il dollaro", di conseguenza i prezzi sono
quintuplicati. L'attuale salario minimo per i dipendenti è di 4 $ USA e un
cartone di uova, ad esempio, costa 3-4 US $, un Kg di carne costa 3 US $ e ache
di più a seconda della città dove effettui l’acquisto.
Data l'immobilità dei trasporti molti dipendenti sono stati
licenziati e il regime lo sa e ne trae vantaggio. Tutto quello di cui ho
parlato in questo articolo è quello che i cittadini venezuelani denunciano, eseguito
deliberatamente dal regime, ma tentando di non darlo a vedere.
Non c'è un briciolo di vergogna e nemmeno ignoranza nelle
azioni della Guardia Nazionale, che ora ha creato il "mercato della
benzina" guadagnando sulla disperazione della povera gente.
Il Venezuela è passato dall’essere il più grande ed economico
produttore di benzina al più caro e privo di essa. Quei signori della polizia, che dovrebbero
proteggere i cittadini, vestiti di verde
oliva, con i gradi sulle spalle delle loro giacche, ti riempiono il serbatoio della tua auto al costo di 2-3 $
al litro infischiandosene del fatto che con lo stipendio di un venezuelano
acquisti al massimo messo pollo. In ogni crisi umanitaria c’è chi ne trae
profitto, ma quello che sta avvenendo in Venezuela proviene dalla polizia
nazionale che si dedica all’estorsione, all’intimidazione, all’arresto di chi
ha il coraggio di denunciarli, il tutto avviene sotto lo sguardo complice del
regime di Maduro.
Stiamo affrontando la peggiore crisi di sempre con le mani
legate, a questo si aggiunge la pandemia che affligge l'umanità, che ha già provocato
centinaia di migliaia di decessi, mentre nel nostro paese le cifre reali vengono
nascoste. Anche la nostra economia è stata infettata, la ricchezza della nazione e il cuore del
venezuelano è colmo di paura. L’ignoranza e il caos caratterizzano il nostro
quotidiano. L’ombra del defunto Fidel Castro, sorridente, fa capolino dietro le
spalle di Nicolás Maduro, mentre il
Venezuela piange, soffre e muore a causa
della catastrofe umanitaria che ci affligge, sono i macabri ingredienti che si cucinano nel
pentolone del regime cubano.
Traduzione dall’originale
in lingua spagnola di M.A. per Familia Futura News
Rassegna
@cosmodelafuente
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