“El hombre es tan responsable de sus actos como de sus decisiones”.
Cuando se defiende
el libre albedrío, le estamos dando la responsabilidad al individuo de actuar
bajo su individualidad y libertad, tomando sus propias decisiones reflexionando sobre las consecuencias y efectos que ellas
puedan tener.
Las elecciones que
tomam cada ciudadano, deben de ser en un estado consciente acompañado con su
criterio moral y ético en el cual ha sido educado, aquí influye la ideología, la
religión, el conocimiento y hasta sus ambiciones.
El hombre tiene el
derecho de arrepentirse de sus actos o decisiones cuando han sido tomadas de
una manera errada, decisiones muchas veces influenciadas por la pasión, la
cólera, la envidia, la esperanza , el fanatismo o la locura que llaman amor.
Pero hay
arrepentimientos que no tienen perdón por la justicia terrenal por el daño
causado por la decisión tomada por el individuo. La mayoría de actos cometidos
o elaborados por el responsable del hecho siempre son aprobados por su propia
conciencia y en el momento del accionar, estos actos siempre lo verán como algo
positivo para su propio bienestar.
¡Yo no creo en los
arrepentidos! Y no creo por muchas
razones y una de ellas es porque cuando el hombre actúa está un noventa
porciento consciente del paso que va a dar, entre las decisiones que toma el
ciudadano está el trabajar, el estudiar, el casarse, pero la más importante es
la de elegir a sus gobernantes ya que esta elección termina afectando a toda
una sociedad.
El ciudadano cuando
vota por un candidato por lo general lo elige por sus promesas más no por un
verdadero plan de gobierno, promesas que le habla de una mejor calidad de vida,
en donde siempre están involucrados programas socialistas.
Cuando un votante
se arrepiente de su elección lo hace es por el personaje y no por el programa o
sentimiento socialista que tuviese el político, es por eso que yo no creo en
esas personas que dicen estar arrepentidas de haber votado por el politiquero,
caudillista, corrupto o embustero; ya que están defraudadas porque las dádivas no
le complacieron o porque al rico no le quitaron lo suficiente para ellas dejaran
de trabajar.
Quiénes votan por
socialistas nunca se arrepienten, ellos sólo cambian de sombra y siempre buscarán al mejor postor ya que su
sentimiento socialista nunca lo abandonan, estos votantes como buenos
oportunistas volverán a elegir a quién le ofrezca igualdad, amor, paz,
educación, salud gratis y sobre todo la distribución equitativa de las ganancias.
Yo no creo en los
arrepentidos y mucho menos si son socialistas, no caigamos en el engaño de los
políticos como en los electores que hablan de un socialismo bueno, de los que
dicen que esta vez lo harán mejor o que es tiempo de recapacitar.
Los países que han
sido gobernados o están siendo dirigidos por socialistas es difícil que salgan
de su miseria mental debido a que el cuento de la explotación obrera, el hambre
culpa de la oligarquía seguirá carcomiendo el pequeño cerebro del que ve en el
socialismo la soluciones a los problemas del famoso colectivo.
Para cambiar la
dirección de un país políticamente hay que elegir a personas que nunca han
tenido ideas socialistas ni que hayan
convivido con sistemas de esa calaña, los países crecen es por la buena elección
de sus ciudadanos y por la gerencia capitalista que tengan sus gobernantes.
A los que quieren
un cambio de sistema o de gobierno tengan mucho cuidado con los que aspiran
gobernar o de los que se dicen estar arrepentidos, el jugador de futbol
americano George Halas quien fue icono de los Chicagos Bears nos dejó estas
sabias palabras… “Nadie que haya dado lo mejor de sí se ha arrepentido”.
El mundo esta
pasando por momentos muy duros y necesita de cambios reales, cambios que deben
ir de la mano de líderes que crean en la libertad individual y en la propiedad
privada.
“Cuídate del
arrepentido, porque por lo general siempre vuelve actuar de la misma manera”.
4 comentarios:
Somos impredecibles y circunstanciales. Pienso que, por eso nos equivocamos y arrepentimos tantas veces; en otras tantas ocasiones, tenemos Sorpresas agradables y logramos mas de lo que esperabamos.
Los errores en la política se pagan muy caro, al igual que las deudas.
Las deudas y los errores en política se pagan muy caro.
Las deudas y los errores en la política se pagan muy caro.
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