ADIÓS AL 2020

 

“Cada año que pasa es una hoja más que compone el libro que llamamos vida”.

Todos hablan de lo malo que fue el año 2020 y con justa razón, fue un año lleno de sorpresas en todo sentido, en lo político, económico y religioso.

Pero como todo, nos dejó lesiones para quien las saben interpretar, los políticos nos llenaron de informaciones aterradoras donde sus principales consejos se resumían en dos palabras que ya nos tienen algo cansados, una es la famosa reinventar y la otra la resignada resiliencia.

En lo religioso vimos a pastores desesperados por no poder recibir el diezmo y en otros por no poder seguir adoctrinado, pero la tapa del frasco es ver a un papa atacando la propiedad privada y alegre porque los pobres son la fuerza que mantiene a la iglesia.

De lo económico ni hablar, vimos a grandes negocios quebrar y detrás de ellos a millones de ciudadanos que atacaban el capitalismo, pero a la final se dieron cuenta de lo importante que es una buena economía dentro de una sociedad.

Pero lo mejor del 2020 es la enseñanza que dejó, si no la saben entender ni captar la humanidad, estará perdida en las próximas décadas, esta enseñanza es gracias a un virus que puso a vivir al mundo bajo el sistema comunista, con sus cuarentenas, restricciones y prohibiciones.

Adiós al 2020, año de sorpresas… poblaciones libres sedientas de esclavitud, ciudades temerosas y farmacéuticas felices, escapistas de una tiranía pero que promueven el socialismo, elecciones fraudulentas avalas por rencorosos y envidiosos. No todo fue malo en el 2020, los socialistas se dedicaron a alborotar el planeta con sus protestas y peticiones, logrando el rechazo de millones, de ciudadanos que desean vivir en libertad y con la calidad de vida que quieren gratis los socialista.

El 2020 fue un año de muchos análisis que si la población los comprende terminará por el camino del libre comercio, del respeto a la propiedad priva y lo más importante a no seguir a politiqueros quienes desean gobernar a sociedades sumisas y pusilánimes.

El mundo tuvo un año de sometimiento donde floreció la envidia y las ansias de poder, vimos a gobernantes mostrando su lado dictatorial con la excusa perfecta de protección, buscando la máxima seguridad posible; eso suena a puro y neto comunismo. Hay mucho por aprender y en las crisis vemos lo mejor y lo peor del ser humano, algo natural cuando sabemos que somos animales que luchamos por sobrevivir, así que no esperemos mucho de los partidos políticos y mucho menos del vecino.

 

Lo cierto es que falta un par de días para empezar el nuevo año, el que traerá secuelas del que estamos dejando, año en el que se debe luchar por la libertad del individuo, por castigar a los corruptos, asesinar políticamente a los traidores, condenar a los violadores que bajo sus sotanas escoden al diablo y pastores que roban al necesitado.

En este 2020 vi como los gobiernos se comportaron de una forma tiránica y dictatorial viendo a sus ciudadanos como esclavos, por eso me recordé de una frase de la escritora estadounidense Harriet Beecher Stowe autora del libro La cabaña del tío Tom. “Si los tratas como perros, conseguirás que trabajen y se comporten como perros. Trátalos como hombres, y conseguirás que trabajen como hombres”.

 No permitamos que en el 2021 sigan tratando a muchos como perros y menos volvernos en esclavos voluntarios; en libertad… podemos saborear el triunfo o el fracaso.

“El hombre será siempre el resultado de cómo utliza su valiosa libertad”

 

Luís Córdoba Reyes