“El hombre tiene la capacidad de enamorarse de lo que no ha visto ni ha sentido”.
La política es la profesión de enamorar a los ciudadanos por medio de promesas y proyectos a largo plazo, tiempo suficiente para que los politiqueros puedan salir del engaño con las manos limpias pero sus bolsillos llenos.
El hombre es tan fácil de embaucar, porque la pasión y el deseo los domina, actuando más rápido que la razón y la conciencia.
En el arte de la mentira los políticos han ganado premios mas importantes que el Oscar o los Grammy, sus actuaciones, discursos, arengas y promesas, logran engañar al publico que los admiran y hasta pelean por ellos.
De la política a la cama; los políticos en sus campañas logran convencer a una población que pide a gritos atención y cariño sin importa el caudillo que les ofrece un buen lecho, líderes que la preñan con promesas dejándola a la deriva después de lograr su propósito, el poder
Los hijos de los preñadores de promesas que, se multiplican como langostas alimentadas por el socialismo, se dedican a destruir todo a su paso ya que sus progenitores lo único que hicieron fue culpar a los demás de sus males.
Es increíble que en pleno siglo XXI el hombre siga dejándose llevar a la cama por personajes que su único propósito es volverse rico a costillas de los que les gusta dar pesar en las elecciones.
No existe joven que sin cuentos y promesas no haya logrado llevar a una damisela a su aposento, cuentos que después serán muy difíciles de desembarazar, consecuencias que durarán toda la vida o daños irreparables.
¡Por sus frutos los conoceréis!... es ahí donde debe prestar atención el ciudadano antes de ir a la cama de mano de los politiqueros, primero hay que ver la casa, de quien es y su estado para así poder estar debajo de unas cobijas de promesas.
El día que el ciudadano preste más atención a su deberes que a sus derechos, ese día los políticos se irán solos a la cama a practicar el onanismo ya que no pudieron engañar a su empleadores.
De la política a la cama; en esa transición también vemos a corruptos que por poder permiten abusos contra la población que, por un cambio sin esfuerzo termina perjudicada como adolecente del violador.
Si los ciudadanos no aprenden que antes de acostarse hay que laborar todo el día, siempre serán victimas de los encantadores de serpientes, de supuestos líderes sociales y de distribuidores de riquezas y de felicidad
Para no caer en la trampa de ir a la cama por promesas políticas debemos volver a leer a el filósofo y escritor italiano Nicolás Maquiavelo, político que sabia dominar muy bien las masas, quien decía. “El león no puede protegerse de las trampas y el zorro no puede defenderse de los lobos. Uno debe ser por tanto un zorro para reconocer trampas y león para asustar a los lobos”.
Hoy en día hay quienes se van a la cama por una bolsa de comida, por la promesa de una casa, de un subsidió o por la riqueza que le debe el estado.
“La cama es un
lugar donde la pasión y el deseo se desbordan, pero hay que tener pantalones
para saber asumir después sus consecuencias”.
Luís Córdoba Reyes
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