“Los pastores cuidan y alimentan a sus ovejas para disfrutar
de su lana y después de su carne”
Todo el mundo cree que se denomina huérfano al individuo que
sus dos progenitores han fallecido, a los que sus padres por cosas del destino,
se fueron al más allá, obedeciendo el orden de las partidas, primero los que criaron y después los críos.
Pero resulta que huérfanos también son a los que sus padres
los abandonaron o están ausentes, no necesariamente tiene que estar bajo tierra
los que fecundaron y dieron vida, para determinar que un ser humano está a la
buena de Dios.
Los ciudadanos por una u otra razón siempre se sentirán
amparados, bien sea por la religión, la política, la ley o la constitución,
esto representa la figura paterna y protectora de cada individuo que compone
una sociedad.
Estos protectores del ciudadano cambian, abandonan y
traicionan, dependiendo de las circunstancias e intereses como se esté
gobernando a la sociedad o el estado; Los intereses priman más que la ley, la
ideología, la política o la religión, en quienes dicen defender la libertad y
la democracia de sus conciudadanos. Los
huérfanos colombianos; Después de las recientes elecciones en Colombia, los
protectores políticos le han dado la espalda a quienes depositaron su
confianza, haciendo alianzas y patrañas con quien gobernara, sin importar la
tendencia política o ideológica.
A los huérfanos colombianos, todos los partidos políticos
los han abandonado, partiendo con sus esperanzas e ilusiones hacia el bando de
opresión y tiranía, cambiando su ética, dignidad y honor por una miserable
cuota de poder.
A los seguidores de Gustavo Petro, como a los adeptos de
Álvaro Uribe y, a uno que otro líder de algún partido político, los han dejado
huérfanos, pues sus “protectores” se han unido bajo un término criminal que es
el famoso denominado centro de (Derecha o Izquierda).
Se ha demostrado en las elecciones en Colombia que, esa tal
derecha nunca ha existido ni gobernado, hoy el socialismo hace fiesta entre las
cúpulas del poder, dejando al tonto útil, el que votó y luchó, huérfano de
ideología y protección.
Los políticos colombianos, se fundieron en su verdadera
esencia, la de la maldad, donde gobierna la corrupción y la traición, a estos
señores el interés hacia el ciudadano ya no importa y mucho menos su bienestar,
libertad o economía.
Estos huérfanos tendrán que reencontrarse para formar una
verdadera oposición frente a un sistema que lo que traerá, será hambre,
miseria, división y muerte.
Los huérfanos colombianos están empezando a formar parte de
las obras “ La rebelión de la granja” y “ 1984” del novelista británico nacido
en la india Eric Arthur Blair más conocido como George Orwell, donde vemos
personajes sumisos, rebeldes y leales, pero a la vez todos con un sentimiento
de haber sido traicionados. De la obra 1984 hay que tener muy presente la
siguiente frase, “Despiertos o dormidos, trabajando o comiendo, en casa o en la
calle, en el baño o en la cama, no había escape. Nada era del individuo a no
ser unos cuantos centímetros cúbicos dentro de su cráneo”.
La libertad es lo único que nos pertenece, ella es parte de
nuestra propiedad privada, es por esto que los colombianos no podemos permitir
que nos vuelvan huérfanos de nuestro propio ser, si permitimos perder nuestra
identidad, nuestra forma de actuar y pensar, terminamos siendo gobernados por
un Cerdo como fue el grán señor de la granja.
“Hemos nacido con el único fin de morir libres, por eso
vivir como esclavo, ya para qué tumba”
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